En realidad, las perseidas están cruzando por el cielo nocturno desde mediados de julio y no se irán hasta el veintitantos de agosto, como todos los veranos. Se las conoce también como “lágrimas de San Lorenzo” por su cercanía a la festividad de este santo, patrón de la ciudad de Huesca.
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PIXABAY |
Según el Instituto Geográfico Nacional, 2021 será un año
"excelente" para disfrutar de las perseidas, al producirse el pico
máximo de meteoros en un día próximo a la luna nueva. Las mejores horas para
verlas serán entre las 21:00 del día 12 y las 00:00 del 13.
Si se cumplen las previsiones de los astrónomos, podrían
alcanzar una tasa de actividad de unos 200 meteoros por hora, a una velocidad
de 50 kilómetros por segundo. Para disfrutarlas, ¡habrá que estar muy atento al
cielo!
Como cualquier lluvia de estrellas, las perseidas no son más
que una serie de gases, polvo y pequeños materiales rocosos que se van
desprendiendo de los cometas. Parecen tener su “punto radiante” en la
constelación de Perseo —de
ahí su nombre— y se producen
al cruzarse la Tierra con la órbita del cometa 109/Swift-Tuttle, un cuerpo que pasó cerca del Sol por última vez
en 1992 y que no volverá hasta dentro de 133 años.
Lo único que se necesita para disfrutar de las perseidas es
un lugar oscuro y alejado de cualquier foco de contaminación lumínica. Los
alrededores de Jaca ofrecen lugares muy adecuados. Lo más recomendable es salir
de la ciudad y evitar árboles o cualquier obstáculo que pueda interponerse
entre la tierra y el cielo, dirigiendo la mirada hacia la parte más oscura, es
decir, hacia el lado contrario al de la Luna.
Además, este mes de agosto también podremos recrearnos con
las acuáridas que, aunque vivieron su momento de máxima intensidad el pasado 30
de julio, todavía están coleando y nos dejarán algún que otro meteoro hasta el
20 o 22 de este mes. Si el destello proviene del norte, son perseidas, si del
sur, acuáridas.
No hay que olvidarse de pedir un deseo antes de que el meteoro
desaparezca. El astrónomo Claudio Ptolomeo creía que, cuando se caía una
estrella fugaz, el reino de los cielos se abría para los mortales. Estos aprovechaban
para lanzar sus deseos con el fin que sus plegarias fueran escuchadas. Además,
debía pedirse antes de que la estrella desapareciese, ya que, si no, el sueño
no se cumpliría.
JACATIMES
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