La DGA incrementa la vigilancia del lobo y las ayudas a los ganaderos

El consejero de Agricultura ha recibido este miércoles a las organizaciones agrarias y Cooperativas Agroalimentarias para tratar la situación actual del lobo en Aragón. La DGA intensificará el seguimiento del cánido desde el punto de vista de la protección de la ganadería extensiva, con el objetivo de mejorar la aplicación de las ayudas, a las que el Ejecutivo ya ha destinado dos millones de euros.

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Hace unas semanas, los vigilantes del Gobierno de Aragón dieron cuenta de la presencia del animal y de su primer ataque en Asso-Veral (Sigüés), en La Jacetania, una zona no contemplada en las ayudas que el Departamento de Agricultura convoca anualmente para las explotaciones donde se ha evidenciado la presencia del oso y el lobo de forma continuada. Además de este ataque, las cámaras de fototrampeo instaladas en los alrededores —dentro de las labores de seguimiento que se están llevan a cabo—, captaron imágenes del animal en Arrés, junto con otras de perros sueltos. En Somanés también se registró un ataque el pasado fin de semana, pero la necropsia llevada a cabo ha revelado que es compatible con un perro asilvestrado.

En este sentido, el Departamento de Agricultura anunció que incluirá la zona en la convocatoria del próximo año, al mismo tiempo que hacía acopio de vallados eléctricos para proteger al ganado y confirmaba públicamente la presencia de cánido en esta nueva zona oscense.

Consciente de la inquietud y el temor que genera para los ganaderos la presencia de este animal cerca de sus explotaciones, el consejero ha anunciado que “si es necesario dotar con más dinero la convocatoria de ayudas para los ganaderos afectados por la presencia del lobo y el oso, lo haremos. La presencia del lobo y del oso en nuestra Comunidad Autónoma no puede ser, bajo ningún concepto, a costa de nuestros ganaderos. Lo dije ya cuando descubrimos la presencia de este animal en la Comarca de los Monegros, y lo seguiré manteniendo”.

Estas ayudas no se limitan a pagar al ganadero por las ovejas muertas y los daños materiales, sino que se paga por el número total de cabezas de ganado de la explotación y se subvencionan las medidas de autoprotección. En el caso del lobo, el ganadero no tiene que demostrar si el ataque sufrido es de este animal o de un perro asilvestrado, sino que se le reconoce el derecho a la ayuda por tener su explotación en una zona donde habita.

Asimismo, el consejero ha anunciado que su Departamento intensificará las labores de identificación y seguimiento de la presencia del lobo desde el punto de vista de la protección de la ganadería extensiva. Del mismo modo, se ha mostrado abierto a mejorar y ampliar los ámbitos subvencionables, como incluir los seguros por cabeza de animal o pagar las medidas de autoprotección de las que hagan acopio los ganaderos, desde que se detecta la presencia del animal, hasta que incluya en las ayudas —como podría ser el caso de la Jacetania ahora—.

Por último, el consejero ha reconocido que los datos acumulados ponen de manifiesto que los perros asilvestrados son los causantes más recientes de los ataques, por lo que ha insistido en la necesidad de hacer frente a este problema. “Lo que en absoluto supone negar la presencia del lobo ni del grave problema que representa para la ganadería”, ha puntualizado.

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