No será fácil resolver el cuello de botella que se forma a pie del Monrepós durante la temporada de esquí y en algunas fechas del verano. Tampoco será cómodo viajar a Pamplona, desde Jaca, por una autovía de la que aún queda casi un tercio por construir.
ITRANSP |
Los líderes sindicales de Teruel, contundentes. El
secretario de UGT afirmó que “la falta de vías de comunicación deja a muchas
zonas de Aragón olvidadas y convertidas en un desierto”. La líder de CCOO considera
que el gobierno de la nación "no puede seguir apostando por dos Españas
tan diferentes, una bien comunicada y la otra aislada" y que es hora de
cumplir “los compromisos previamente adquiridos con Aragón”.
Para la nueva ministra de transportes, Aragón puede ser un
quebradero de cabeza importante, debiendo aportar soluciones definitivas a lo
que nos toca del corredor Cantábrico – Mediterráneo y de la A-68, y acabar la
autovía de los Pirineos (A-21) y la Mudéjar (A-23), cuyas obras se iniciaron
hace dos décadas.
Cierto que el desdoblamiento de Monrepós y la apertura de
dos tramos entre Jaca y Puente La Reina ha supuesto un considerable paso
adelante, pero quedan pendientes de resolver algunos tramos aislados y unos 40
kilómetros del eje Huesca – Jaca – Pamplona.
La guinda la pone la reapertura del Canfranc, que implica
terminar la mejora de los 80 kilómetros que faltan, recuperar definitivamente
la estación internacional y adecuar el túnel. Se ha previsto que debería terminarse
a finales del 2023.
La autovía Mudéjar o A-23, de Sagunto a Somport será, una
vez esté completamente finalizada, un importante eje de conexión entre la
Comunidad Valenciana, Aragón, la zona del País Vasco y Francia, a través del
túnel de Somport. Se le apoda la "columna vertebral de Aragón", ya
que recorre toda la comunidad de norte a sur intercomunicando sus tres
capitales.
Finalizarlas significa un desafío importante que necesitará
una abultada inyección monetaria por parte del gobierno central.
JACATIMES
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