De este hombre santo sabemos mucho más por la leyenda que por testimonios históricos. Las peripecias como guerrero en defensa de los cristianos, su cruel martirio, sus mágicas apariciones en batallas, han ampliado su fama desde oriente hasta occidente.
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Parece que Jorge nació en el siglo III en la actual Turquía, en la región de la Capadocia, y que era hijo de un militar que luchaba con el ejército romano. Cuando murió su padre, decidió seguir los pasos de su progenitor y entrar en el ejército. Su valor le convirtió pronto en uno de los hombres más cercanos al emperador Diocleciano, a quien la historia recuerda como el autor de la mayor persecución y masacre de cristianos.
San Jorge no se libró de la cólera de este hombre y, como
soldado cristiano, murió mártir por no renunciar a su fe: fue torturado
y decapitado.
La hazaña que más fama le ha dado es la de su lucha contra
el dragón. En ella se narra cómo el santo libera del terror a una ciudad
atemorizada por un dragón que hace nido en la fuente de agua que provee a sus habitantes. Jorge se enfrenta al monstruo y acaba con él. Los agradecidos ciudadanos
abandonan el paganismo y abrazan la fe cristiana.
En Zaragoza, se recuerda esta hazaña con la “fuente del dragón
emergente”, realizada en 1993 por Carlos Ochoa Fernández, donde un dragón sale
de las aguas estancadas en una alberca rectangular, frente a la antigua
Estación del Norte.
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En 1096, el rey cristiano Pedro I luchaba en Alcoraz por arrebatar a los musulmanes la ciudad de Huesca. Fue una batalla cruenta que aparece en las crónicas de San Juan de la Peña del siglo XIV, y en la que perdió la vida su antecesor, el monarca Sancho Ramírez.
Cuenta la leyenda que, en el peor momento de la contienda,
se apareció un caballero sobre una montura blanca. Era San Jorge, acompañado
por otro guerrero, éste a pie, al que el santo había librado de la muerte en
una batalla anterior en Antioquia. Ante esta doble aparición, los musulmanes
huyeron despavoridos, dejando el campo libre para la victoria de los
cristianos. La Crónica de Pedro IV dice que San Jorge fue siempre abogado de
las batallas de los aragoneses.
Tras Alcoraz, y sobre todo a partir del siglo XIII, se
popularizó la protección de San Jorge sobre la Corona de Aragón. Desde 1984, el Día de Aragón coincide con el 23 de abril, festividad de San
Jorge, que se conmemora con diversos actos institucionales en las tres provincias
aragonesas.
En Jaca, este viernes 23, a las 18:00 horas, en la plaza de
San Lure, la banda Municipal Santa Orosia ofrecerá un concierto a los jacetanos
para animar este día.
JACATIMES
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