La borrasca que ha azotado la península en los últimos días comienza a alejarse, pero en sus últimos coletazos ha dejado una importante nevada en los Pirineos.
Ciertas comarcas del norte de Aragón han amanecen estos días con numerosas incidencias en la red viaria por encima de los 800 metros.
En la vertiente francesa, alguna carretera se cerró por la
abundancia de nieve y el fuerte riesgo de avalanchas, y este paso fronterizo
está o estaba medio intransitable. El martes por la tarde también se prohibió el paso en el
acceso al balneario de Panticosa debido al peligro de aludes.
Además, es obligatorio el uso de cadenas o neumáticos de invierno,
con prohibición de circular a camiones y autobuses, en ciertas carreteras de la
red principal y secundaria de las cuatro comarcas del Pirineo. En el Alto
Gállego las afecciones se produjeron desde Sabiñánigo hasta la frontera, y en
la Jacetania, desde Jaca hasta Puente la Reina, así como en localidades más al
norte como Canfranc, Jasa, Santa Cruz de la Serós o Ansó.
La alerta por nevadas concluía este miércoles, pero se ha vuelto a
activar con aviso amarillo en el Pirineo oscense.
El aumento de la capa de nieve ha incrementado el peligro de aludes. En las comarcas de la Jacetania y el Alto Gállego, donde más incidencia ha tenido el temporal, el riesgo es notable por debajo de 2.100 m y evolucionando a fuerte en cotas más altas.
La llegada de un anticiclón provocará ahora una serie de heladas generalizadas , según ha pronosticado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). De ahí que las temperaturas, principalmente en las noches y hasta las primeras horas de la mañana, sean muy bajas rondando los 10 grados bajo cero en algunas áreas, según señala este organismo. Luego, a lo largo del día, van aumentando.
Unas bajas temperaturas que, sumadas a la nieve que empieza a derretirse y la humedad, pueden formar placas de hielo en la calzada, que suelen tener malas consecuencias para los usuarios.
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